La Biblia nos enseña a través de Roboam, hijo de Salomón y nieto de David, que las decisiones que tomamos determinan el éxito o fracaso en nuestro liderazgo.
Roboam a causa de buscar el consejo en lugar equivocado, pierde gran parte del Reino de Israel. Debemos entender que, como líderes, nuestras decisiones afectan a todo nuestro equipo.