Si te pidieran que describieras a un líder, ¿qué es lo primero que cruzaría por tu mente? Esta es la pregunta central que nos planteamos. A menudo, al pensar en liderazgo, nuestra mente tiende a asociarlo con carisma o habilidades oratorias destacadas. Sin embargo, concentrarse únicamente en estas cualidades superficiales es un enfoque limitado. A continuación, presento una lista de principios que considero esenciales para ejercer un liderazgo auténtico y efectivo.
Integridad
Un concepto que resalta en este contexto es «integridad». La integridad implica pensar, hablar y actuar de manera que siempre prioricemos hacer lo correcto, practicando la justicia en todo momento. Este enfoque nos ayudará a evitar situaciones problemáticas relacionadas con cuestiones como relaciones personales, poder o dinero.
Verdad
Además, la verdad debe ser un pilar fundamental en nuestro liderazgo. Decir la verdad desde lo más profundo de nuestro ser, incluso cuando sea incómoda o pueda herir, es crucial. La verdad nos liberará y se entrelaza naturalmente con la integridad.
Mentoring
Otro aspecto esencial es la consideración por los demás, es decir, poner a las personas en el centro de nuestras acciones. Un líder auténtico no utiliza a los demás, sino que se esfuerza por mejorar intencionalmente sus vidas. Como ingeniero de software, he liderado equipos y mi enfoque siempre ha sido sacar lo mejor de cada miembro. En lugar de ridiculizar a alguien por su falta de conocimiento, empoderarlos y ayudarlos a desarrollar sus capacidades. En general, evitar hablar mal de los demás, no buscar el daño ni ofender a nadie. La vida necesita líderes que también sean mentores, que cultiven nuevos líderes con una visión integral.
Palabra
La importancia de cumplir nuestras promesas es innegable. La palabra debe ser sagrada, y cumplir lo que prometemos, incluso si eso implica sacrificios, es esencial para ganar la confianza de los demás y mantener nuestra integridad intacta.
Siguiendo estos principios, la Biblia nos enseña que viviremos de manera segura y sin caer en la adversidad. Si deseas obtener más información sobre estos valores, te invito a leer Salmos 15:1-5.